viernes, 17 de agosto de 2012

HERMOSA HISTORIA...LEERLA
 
Léelo en silencio

El siguiente es el relato verídico de un hombre llamado Víctor. Al cabo de meses de encontrarse sin trabajo, se vio obligado a recurrir a la mendicidad para sobrevivir, cosa que detestaba profundamente.
Una fría tarde de invierno se encontraba en las inmediaciones de un club privado cuando observó a un hombre y su esposa que entraban al mismo. Víctor le pidió al hombre unas monedas para poder comprarse  algo de comer.
- Lo siento, amigo, pero no tengo nada de cambio -replicó éste. La mujer, que oyó la conversación, preguntó:
- ¿Qué quería ese pobre hombre?
- Dinero para una comida. Dijo que tenía hambre -respondió su marido.
- Lorenzo, no podemos entrar a comer una comida suntuosa que no necesitamos y ¡Dejar a un hombre hambriento aquí afuera!
- Hoy en día hay un mendigo en cada esquina! Seguro que quiere el dinero para beber.
-¡Yo tengo un poco de cambio! Le daré algo.
Aunque Víctor estaba de espaldas a ellos, oyó todo lo que dijeron, avergonzado, quería alejarse corriendo de allí, pero en ese momento oyó la amable voz de la mujer que le decía:
- Aquí tiene unas monedas. Consígase algo de comer, aunque la situación está difícil, no pierda las esperanzas. En alguna parte hay un empleo para usted. Espero que pronto lo encuentre.
-¡Muchas gracias, señora! Me ha dado usted ocasión de comenzar de nuevo y me ha ayudado a cobrar ánimo. Jamás olvidaré su gentileza.
-Estará usted comiendo El Pan de Cristo! Compártalo -dijo ella con una cálida sonrisa dirigida más bien a un hombre y no a un mendigo.
Víctor sintió como si una descarga eléctrica le recorriera el cuerpo, encontró un lugar barato donde comer, gastó la mitad de lo que la señora le había dado y resolvió guardar lo que le sobraba para otro día, comería el pan de Cristo dos días. Una vez más, aquella descarga eléctrica corría por su interior. ¡El Pan de Cristo!
-¡Un momento! -pensó-. No puedo guardarme el pan de Cristo solamente para mí mismo.
Le parecía estar escuchando el eco de un viejo himno que había aprendido en la escuela dominical. En ese momento pasó a  su lado un anciano.
-Quizás ese pobre anciano tenga hambre -pensó-. Tengo que compartir el pan de Cristo.

- Oiga -exclamó Víctor-. ¿Le gustaría entrar y comerse una buena comida?
El viejo se dio vuelta y lo miró con descreimiento.
- ¿Habla usted en serio, amigo? El hombre no daba crédito a su buena fortuna hasta que se sentó a una mesa cubierta con un hule y le pusieron delante un plato de guiso caliente.
Durante la cena, Víctor notó que el hombre envolvía un pedazo de pan en su servilleta de papel.
- ¿Está guardando un poco para mañana? -le preguntó.
- No, no. Es que hay un chico que conozco por donde suelo frecuentar, la ha pasado mal últimamente y estaba llorando cuando lo dejé, tenía hambre. Le voy a llevar el pan.
- El Pan de Cristo! Recordó nuevamente las palabras de la mujer y tuvo la extraña sensación de que había un tercer Convidado sentado a aquella mesa. A lo lejos las campanas de una iglesia parecían entonar a los dos el viejo himno que le había sonado antes en la cabeza.
Los dos hombres llevaron el pan al niño hambriento, que comenzó a engullírselo. De golpe se detuvo y llamó a un perro, un perro perdido y asustado.
- Aquí tienes, perrito. Te doy la mitad -dijo el niño. El Pan de Cristo alcanzará también para ti.
El niño había cambiado totalmente de semblante. Se puso de pie y comenzó a vender el periódico con entusiasmo. - Hasta luego -dijo Víctor al viejo-. En alguna parte hay un empleo para usted. Pronto dará con el. No desespere.
- ¿Sabe? -su voz se tornó en un susurró-. Esto que hemos comido es el Pan de Cristo. Una señora me lo dijo cuando me dio aquellas monedas para comprarlo. El futuro nos deparará algo bueno!
Al alejarse el viejo, Víctor se dio vuelta y se encontró con el perro que le olfateaba la pierna.
Se agachó para acariciarlo y descubrió que tenía un collar que llevaba grabado el nombre del dueño. Víctor recorrió el largo camino  hasta la casa del dueño del perro y llamó a la puerta. Al salir éste  y ver que había encontrado a su perro, se puso contentísimo, de golpe la expresión de su rostro se tornó seria. Estaba por reprocharle a Víctor que seguramente había robado el perro para cobrar la recompensa, pero no lo hizo, Víctor ostentaba un cierto aire de dignidad que lo detuvo.
En cambio dijo:
- En el periódico vespertino de ayer ofrecí una recompensa. ¡Aquí tiene! Víctor miró el billete medio aturdido.
- No puedo aceptarlo -dijo quedamente-. Solo quería hacerle un  bien al perro.
- Téngalo! Para mi lo que usted hizo  vale mucho más que eso, le interesará un empleo?
Venga a mi oficina mañana, me hace mucha falta una persona íntegra como usted. Al volver a emprender Víctor la caminata por la avenida, aquel viejo himno que recordaba de su niñez volvió a sonarle en el alma, se titulaba: 'Parte el Pan de Vida'...'NO OS CANSEIS DE DAR, PERO NO DEIS LAS SOBRAS, DAD HASTA SENTIRLO, HASTA QUE DUELA'.
QUE EL SEÑOR NOS CONCEDA LA GRACIA DE TOMAR NUESTRA CRUZ Y  SEGUIRLO, AUNQUE DUELA. AHORA, SI LO DESEAS, COMPARTE ESTO CON LOS DEMAS, 'EL PAN DE CRISTO'..... YO YA LO HICE.ESPERO QUE SIRVA DE ALGO EN TU VIDA...¡QUE DIOS LOS BENDIGA SIEMPRE...!!!Señor Jesús:' Te amo mucho, te necesito para siempre, estás en lo más profundo de mi corazón, bendice con tus néctares corporales, a mi familia, mi casa, mi hogar, mi empleo, mis finanzas, mis sueños, mis proyectos y a mis amigos'. Pasa esta oración , excepto a mí. No lo ignores
3 CONSEJOS
Una pareja de recién casados era muy pobre y vivía de los favores de un  pueblito del interior. Un día el marido le hizo la siguiente propuesta a su   esposa:

'Querida yo voy a salir de la casa, voy a viajar bien lejos, buscar un empleo y trabajar hasta tener condiciones para regresar y darte una vida mas cómoda y digna. No se cuanto tiempo voy a estar lejos, solo te pido una cosa,
que me esperes y mientras yo este lejos, seas fiel a mi, pues yo te seré fiel a ti.'

Así, siendo joven aun. Camino muchos días a pie, hasta encontrar un  hacendado que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda.

El joven llego y se ofreció para trabajar y fue aceptado.

Pidió hacer un trato con su jefe, el cual fue aceptado también.
El pacto fue el siguiente:

'Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo encuentre que
debo irme , el señor me libera de mis obligaciones: Yo no quiero recibir mi salario. Le pido al señor que lo coloque en una cuenta de ahorro hasta
el día en que me vaya.

El día que yo salga. usted me dará el dinero que yo haya ganado.'

Estando ambos de acuerdo. Aquel joven trabajo durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso. Después de veinte años se acerco a su patrón y le dijo:

'Patrón, yo quiero mi dinero, pues quiero regresar a mi casa.'

El patrón le respondió: 'Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte una propuesta, esta bien?

Yo te doy tu dinero y tu te vas, o te doy tres consejos y no te doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa.

Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta.'

El pensó durante dos días, busco al patrón y le dijo: 'QUIERO LOS TRES  CONSEJOS'

El patrón le recordó: 'Si te doy los consejos, no te doy el dinero.'

Y el empleado respondió: 'Quiero los consejos'

EL patrón entonces le aconsejo:

1.. 'NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. Caminos mas cortos y desconocidos te  pueden costar la vida.

2. NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL, pues la curiosidad
por el mal puede ser fatal.

3. NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, pues
puedes arrepentirte demasiado tarde.

Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no era tan joven, así:

'AQUÍ TIENES TRES PANES, dos para comer durante en viaje y el tercero es para comer con tu esposa cuando llegues a tu casa.'

El hombre entonces, siguió su camino de vuelta, de veinte años lejos de su casa y de su esposa que el tanto amaba.

Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludo y le pregunto:

'Para donde vas?'

El le respondió: 'Voy para un camino muy distante que queda a mas de veinte días de caminata por esta carretera.'

La persona le dijo entonces: 'Joven, este camino es muy largo, yo conozco un atajo con el cual llegaras en pocos días'.

El joven contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del  primer consejo, 'NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. CAMINOS MAS CORTOS Y  DESCONOCIDOS TE PUEDEN COSTAR LA VIDA'

Entonces se alejó de aquel atajo y volvió a seguir por el camino normal.

Dos días después se enteró de otro viajero que había tomado el atajo, y lo  asaltaron, lo golpearon, y le robaron toda su ropa. Ese atajo llevaba a una emboscada!

Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró  una pensión a la vera de la carretera. Era muy tarde en la noche y parecía que todos dormían, pero una mujer malencarada le abrió la puerta y lo atendió.

Como estaba tan cansado, tan solo le pagó la tarifa del día sin preguntar  nada, y después de tomar un baño se acostó a dormir. De madrugada se levantó asustado al escuchar un grito aterrador.

Se puso de pié de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir hacia donde  escuchó el grito. Cuando estaba abriendo la puerta, se acordó del segundo consejo. 'NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL PUES LA CURIOSIDAD POR EL MAL PUEDE SER FATAL'

Regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le pregunto si no había escuchado un grito y el le contesto que si lo había escuchado. El dueño de la posada de pregunto: Y no sintió curiosidad? El le contesto que no. A lo que el dueño les respondió: Usted
ha tenido suerte en salir vivo de aquí, pues en las noches nos acecha una  mujer maleante con crisis de locura, que grita horriblemente y cuando el
huésped sale a enterarse de qué está pasando, lo mata, lo entierra en el quintal, y luego se esfuma.
El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa.
Después de muchos días y noches de caminata, ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa, camino y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero  alcanzo a ver que ella no estaba sola.. Anduvo un poco mas y vio que ella  tenia en sus piernas, un hombre al que estaba acariciando los cabellos.

Cuando vio aquella escena, su corazón se lleno de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad.
Respiro profundo, apresuro sus pasos, cuando recordó el tercer consejo.
'NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, PUES PUEDES ARREPENTIRTE DEMASIADO TARDE'

Entonces se paro y reflexiono, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión. Al amanecer ya con la cabeza fría, el dijo: 'NO VOY A MATAR A MI ESPOSA'. Voy a volver con mi patrón y a pedirle que me acepte de vuelta. Solo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel a ella.'

Se dirigió a la puerta de la casa y toco. Cuando la esposa le abre la puerta y lo reconoce, se cuelga de su cuello y lo abraza afectuosamente.

El trata de quitársela de arriba, pero no lo consigue.

Entonces con lágrimas en los ojos le dice:

'Yo te fui fiel y tu me traicionaste...

Ella espantada le responde: '¿Como? yo nunca te traicione, te espere durante veinte años. El entonces le pregunto: '¿Y quien era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde?

Y ella le contesto: 'AQUEL HOMBRE ES NUESTRO HIJO. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy el tiene veinte años de edad.

Entonces el marido entro, conoció, abrazo a su hijo y les contó toda su historia, en cuanto su esposa preparaba la cena. Se sentaron a comer el ultimo pan juntos.. DESPUÉS DE LA ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO, CON LÁGRIMAS DE EMOCIÓN, el partió el pan y al abrirlo, se encontró un cheque con todo su dinero, el
pago de sus veinte años de dedicación.
Has Triunfado
JESUS dice en su Palabra
un dicho muy acertado:
"Yo soy el Pan de la vida,
cree en mí y serás saciado."
Como fuente de agua viva
que siempre estará saltando
es el agua que Yo doy,
" Pruébala, te la estoy dando"
Si tienes sed, ven y bebe,
dijo JESUS dando un paso
Si crees en mi Palabra
nunca vivirás frustrado.
¿Sabes lo que necesitas
para que vivas triunfando?
Es un grano de mostaza,
es la FE, mi Pueblo amado.
Si tú sabes que te amo,
que siempre estoy a tu lado
Si lo que tenía que hacer

lo hice hace 2000 años.
Derramé toda mi sangre
en la cruz, en el Calvario
para que tuvieras paz
y fueras justificado.
¿Por qué entonces te lamentas?
¿Por qué te sientes cargado?
¿Por qué no ensalzas mi Nombre
en vez de estarte quejando?
Mantén tus ojos en mí
y la FE te estaré dando
y verás que con paciencia
podrás seguir caminando.
Háblale a todos de mí,
testifica a los no salvos
Da por gracia a los demás
lo que por gracia te he dado.
Entonces tú tendrás gozo,
siempre estarás preparado
para aquel grandioso día
en que yo vendré a buscarlos.
Por eso gózate en mí;
gusta de mí, Pueblo amado,
Deléitate en mi Palabra
y confiesa que has triunfado.
poema: Zaida C. de Ramón
Comparte: Flor Miriam

viernes, 27 de abril de 2012

lunes, 9 de abril de 2012

El billete de 100 dolares

Un conferencista muy reconocido comienza su seminario teniendo
muy en alto un billete de 100 dólares.
Él le pregunta a la gente:
"¿Quien quisiera tener este billete?"
Las manos comienzan a levantarse, entonces dice:
"Voy a darle este billete de 100 dólares a alguno de ustedes,
pero antes déjenme hacer algo con él."
El arruga entonces el billete con fuerza y pregunta:
"¿Aún quieren éste billete?"
Las manos continúan levantadas.
"Bueno, de acuerdo, pero ¿que pasaría si hago esto?"
El bota el billete arrugado al piso y salta con los pies
juntos encima, espichándolo lo más posible y cubriéndolo
con el polvo del piso.
Enseguida pregunta:
"¿Quien quiere todavía éste billete?"
¡Evidentemente las manos continúan levantadas!
"Amigos míos, acaban de aprender una lección... poco importa
lo que yo haga con este billete, siguen queriéndolo porque
su valor no ha cambiado, cuesta todavía 100 dólares."
"Piensen ahora en ustedes, en su vida. Muchas veces
se sentirán arrugados, rechazados, ensuciados
por la gente o por los acontecimientos."
Tendrán la impresión de no valer nada ¡pero en realidad su
valor no habrá cambiado a los ojos de la gente que los ama!
El valor de una persona no depende de lo que uno ha hecho
o no, ustedes podrán todos los días volver a empezar y
lograr sus objetivos porque su valor intrínseco está siempre
intacto.
"El arquero es un modelo para el sabio. Cuando le ha fallado
al blanco, busca la causa en sí mismo."
- Confucio
"Adopta la divisa del reloj de sol: yo no marco sino las
horas asoleadas."
- O.S. Marden
Adney, hasta la próxima semana.

P.D.: Sólo por hoy elige pensamientos y emociones positivas.
Notarás la diferencia.

                           Cordialmente
                                        Carlos Devis

Gabriel García Márquez

"El día que me sienta mal no me pongo en manos de nadie. Me boto yo mismo en el cajón de la basura."